REFLEXIÓN: TECNOLOGÍA Y ENSEÑANZA DE LENGUAS EXTRANJERAS
¡Hola!
Son muchas las ventajas que la tecnología puede aportar a la enseñanza de lenguas extranjeras al igual que una variedad de posibilidades, como el desarrollo de nuevos materiales didácticos en diferentes soportes, lo que provoca nuevos entornos de aprendizaje colaborativo y ofrece además un aprendizaje innovador, real y que aporta flexibilidad y capacidad de adaptación, permitiendo a los estudiantes seguir ritmos distintos en su aprendizaje.
Con el fin de adaptarse a las
necesidades, especialmente de la situación actual de pandemia que todos hemos vivido a
nivel mundial y seguimos viviendo, la enseñanza de lenguas
extranjeras debe desarrollar formas de integrar las nuevas tecnologías digitales en su
práctica docente diaria, ya que facilita la creatividad, colaboración y participación de los
estudiantes.
El uso de las nuevas tecnologías en
la educación provoca el aumento del interés de los adolescentes y ayuda a
desarrollar su aprendizaje, puesto que se enriquece la experiencia de
aprendizaje y mejora la eficiencia y productividad en el aula. Asimismo,
facilita la comprensión gracias a que se promueve la motivación y esto hace que
los estudiantes mantengan la atención con mayor facilidad y como consecuencia,
los contenidos se asimilan más rápido.
Por otra parte, proporcionan
autonomía, es decir, a través del uso de la tecnología se enseña a los alumnos
a aprender a aprender, potenciando su pensamiento crítico. Igualmente, dota al
profesor de recursos tecnológicos que pueda llevar a la clase y fomenta también
el trabajo en equipo, ya que la tecnología genera interacción entre los alumnos
y favorece el trabajo en equipo.
Sin embargo, recordemos que todas
estas aplicaciones digitales no son la panacea y la solución para todos los
problemas educativos, por lo que es necesario hacer un análisis exhaustivo del
recurso tecnológico que se vaya a hacer uso en clase, puesto que existe un
vasto y variopinto mundo de diferentes recursos, aplicaciones, etcétera para poder
decidir por el correcto y llevarlo así a las aulas.
No solo los alumnos se convertirán en
mejores aprendientes en el proceso del aprendizaje, sino que además el uso de
dichos recursos ofrecen a los profesores un camino eficaz para animar y
motivar a los estudiantes gracias a las nuevas tecnologías. Por lo tanto, su uso es
beneficioso también para los profesores, puesto que estos actúan como guías en
la formación de los alumnos permitiendo a que sean autónomos en su proceso
formativo y por otra parte, la tecnología ayuda a los docentes a corregir las
tareas de forma más rápida y eficiente y a ofrecer una formación de mayor
calidad.
Un
saludo y gracias por leerme,
Antonia
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