REFLEXIÓN UNIDAD 2
¡Hola compañeros/as!
He elegido esta muestra de
la actividad 4 (situación dos) del foro porque me parece esencial al reducir la
ansiedad de los alumnos a través de la respiración y plena consciencia.
Considero una idea estupenda la recomendación de Carmen López Muñiz de realizar
una pausa de silencio, en los momentos que los estudiantes se comportan de forma
inadecuada, sacada del libro "Mindfulness para enseñar y aprender.
Estrategias prácticas para maestros y educadores" de Deborah Schoeberlein
con la Dra. Suki Sheth. ¡Muchas gracias compañera por el fantástico recurso!
Enseñar a los alumnos a controlar su conducta, me parece una práctica muy
interesante y como muy bien dice Javier Infante Otero, funciona. Os dejo a
continuación mi reflexión. ¡Un saludo!
¡Hola!
Me ha parecido muy interesante el vídeo, es importante el
recordarnos las cosas importantes de la vida. Personalmente, soy reacia a decir
la palabra mindfulness, ya que su traducción literal sería mente
llena, plena de pensamientos y lo que queremos conseguir es todo lo contrario,
calmarla y controlarla y que “ella” no nos domine a nosotros en nuestro día a
día y crear así, falsas realidades que no existen, solo en nuestra cabeza.
Conectar con nuestro cuerpo y mente, con nuestro yo más puro e intrínseco,
alcanzar el equilibrio, simplemente sentir... esa es la verdadera
meditación (al igual que practicar el silencio), hacer el esfuerzo a diario,
con determinación y disciplina, de poner toda la atención en ese mismo instante
a través de la respiración.
Como
ya he mencionado en varias ocasiones, de momento no tengo experiencia en
docencia, pero no tengo ninguna duda que en mis futuras clases de ELE lo
aplicaría en el aula y ayudar así a reducir la ansiedad, frustraciones,
centrarse en el aquí y el ahora y consecuentemente, mejorar la
concentración de nuestros estudiantes. Considero esencial invertir los tres
primeros minutos en el aula para realizar una pequeña práctica de pranayama (ejercicios
sencillos de respiración) y meditación consciente. Para la situación que nos
plantea el caso 2, planteo a continuación diferentes alternativas para poder
dar solución a lo que sucede en el aula:
1. - sería necesario la
creación de espacios y tiempos concretos para plantear y resolver dudas. Por
ejemplo, durante los últimos cinco minutos de la clase, a través de emails,
foros, padlets compartidos, etcétera. Esto reduciría considerablemente la
ansiedad de los alumnos y al mismo tiempo, se podría gestionar mejor el tiempo
en el aula y ayudarnos a concentrarnos a enseñar y aprender en esos momentos.
2. - conveniente también
la reflexión por parte de los profesores ante este tipo de preguntas que
interrumpen la clase y de este modo, por ejemplo, poder valorar y revisar los
contenidos o clases pasadas. Asimismo, comprobar a través de la observación
consciente, si los estudiantes no están prestando atención por algún motivo en
concreto. De todos modos, es imprescindible la reflexión docente ante esta
situación.
3. - facilitar recursos
como la consulta de diccionarios y promover así, la autonomía del estudiante y
hacer que ellos mismos busquen la solución sin interrumpir la clase.
Para
terminar, quiero hacer mención de algo esencial no solo en el ámbito de la
educación, sino también en cualquier área de la vida: la inteligencia
emocional. Considero vital la capacidad de empatía, la compasión, la
observación, la paciencia y la flexibilidad en las aulas, ya que cada alumno
tiene un ritmo de estudio diferente y tanto los estudiantes como los profesores
tienen que ser conscientes de que habrá alumnos que lleven el ritmo común de la
clase, que algunos irán avanzando más que otros y que otros estudiantes
necesitarán más tiempo. Por ello, es fundamental desarrollar la capacidad de
empatía y la paciencia a la hora de aprender. Todo lleva su proceso, al igual
que en la meditación. En cualquier caso, parar y reflexionar es lo recomendable
y nunca evitar o posponer preguntas.
Un saludo y gracias por leerme,
Antonia
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